El Ucumar DL-45 fue la respuesta argentina, en forma de tanque pesado, a las recientemente adquiridas armas anti-tanque de los Aliados latinoamericanos, las cuales podían hacer frente a los medianos Nahuel DL-43, y a los M4 Sherman, cada vez más numerosos.
Recibe el nombre de un ser mitológico andino, el ucumar o jucumari, el hombre oso de los Andes.